Anécdota de su mala pronunciación y poema en voz propia "Me caigo y Me levanto".








Julio Cortázar: Desde luego cuando tengo la idea de escuchar estas cintas que a veces grabo en mi casa para oír cómo suena lo que escribo, me doy cuenta de que mi pronunciación del español consternaría a cualquier foniatra.
Nunca me olvidaré de cuando vine a París, en el año cincuenta y uno, me ganaba la vida como speaker de las Actualities François, hasta que un día llegó una carta del concesionario de México diciendo que si no dejaban inmediatamente en la calle a ese speaker… ellos se burlaban de las actualidades con lo cual perdí mi primera y bastante necesaria fuente de recursos de ese momento.
La culpa la tuvo (además de mi mala pronunciación) el ingeniero de sonido porque yo tenía que escribir un match de boxing y me pidió que lo hiciera con gran entusiasmo, como si estuviera en el ring y claro, luego me llamaron el box para mí, ya se sabe, y luego me entusiasmé de tal manera viendo la imágenes que en México no entendieron ni una palabra y esa onda de la Argentina muy poco y eso me costó el empleo.
En fin, para volver a los textos aquí hay un inédito, se llama “Me caigo y me levanto”.

Vínculo:


Nadie puede dudar de que las cosas recaen
un señor se enferma y de golpe un miércoles recae
un lápiz en la mesa recae seguido
las mujeres… cómo recaen
Teóricamente a nada o a nadie se le ocurriría recaer
pero lo mismo está sujeto
sobre todo porque recae sin conciencia
recae como si nunca antes
un jazmín
para dar un ejemplo perfumado
a esa blancura
¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo?
el mero permanecer ya es recaída
es jazmín entonces
y no hablemos de las palabras
esas recayentes deplorables
y de los buñuelos fríos que son la recaída clavada
contra lo que pasa
se impone pacientemente la rehabilitación
en lo más recaído
Hay algo que siempre pugna por rehabilitarse
en el hongo pisoteado
En el reloj sin cuerda
en los poemas de Pérez
En Pérez
todo recayente tiene ya en sí un rehabilitante
pero el problema
Para nosotros lo que pensamos nuestra vida
es confuso y casi infinito
Un caracol segrega y una nube aspira
seguramente recaerán
pero una compensación ajena a ellos los rehabilita
los hace treparse poco a poco a lo mejor de sí mismos
antes de la recaída inevitable
Pero nosotros tía ¿cómo haremos?
¿Cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído
si por la mañana estamos tan bien
tan café con leche
y no podemos medir hasta donde hemos recaído en el sueño
o en la ducha
y si sospechamos lo recayente de nuestro estado
¿cómo nos rehabilitaremos?
Hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña
al terminar su obra maestra
al afeitarse sin un solo tajito
no toda recaída va de arriba abajo
porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa
cuando ya no se sabe dónde se está
probablemente caro creía tocar el cielo
cuando se hundió en el mar… y
dios te libre de una zambullida tan mal preparada!
Tía ¿cómo nos rehabilitaremos?
hay quien ha sostenido que la rehabilitación
sólo es posible alterándose
pero olvidó que toda recaída es una desalteración
una vuelta al barro de la culpa
perfecto!
Somos lo más que somos porque nos alteramos
salimos del barro en busca de la felicidad
y la conciencia y los pies limpios
un recayente es entonces un desalterante
de donde se sigue que
nadie se rehabilita sin alterarse
pretender la rehabilitación alterándose
es una triste redundancia
nuestra condición es la recaída y la desalteración
y a mí me parece que un recayente
Debería rehabilitarse de otra manera
que por lo demás ignoro
no solamente ignoro eso
Sino que jamás he sabido en qué momento
mi tía o yo recaemos
¿cómo rehabilitarnos entonces si a lo mejor
No hemos recaído todavía
y la rehabilitación nos encuentra ya rehabilitados?
Tía, no será esa la respuesta ahora que lo pienso…
Hagamos una cosa:
usted se rehabilita y yo la observo
varios días seguidos
digamos, una rehabilitación continua
usted está todo el tiempo rehabilitándose y yo la observo
o al revés si prefiere
pero a mí me gustaría que empezara usted
porque soy modesto y buen observador
de esa manera si yo recaigo en los intervalos de mi rehabilitación
mientras usted no le da tiempo a la recaída
y se rehabilita como en un cine continuado
al cabo poco nuestra diferencia será enorme
Usted estará tan por encima que dará gusto
entonces yo sabré que el sistema ha funcionado
y empezaré a rehabilitarme furiosamente
pondré el despertador a las tres de la mañana
suspenderé mi vida conyugal
y las demás recaídas que conozco
para que sólo queden las que no conozco
y a lo mejor poco a poco un día estaremos otra vez juntos tía
y será tan hermoso decir…
Ahora nos vamos al centro y nos compramos un helado
el mío todo de frutilla
y el de usted con chocolate y un bizcochito.
- Julio Cortázar.

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